Del ajuste físico al ajuste virtual: simulando la precisión antes de fabricar
En la manufactura, pequeños detalles hacen grandes diferencias. Un par de décimas en el diámetro de un eje o en la tolerancia de un orificio pueden determinar si un producto funciona a la perfección o si falla en el primer intento. Tradicionalmente, estas precisiones solo se comprobaban en prototipos físicos, con todo el costo y tiempo que eso implica.
Hoy la historia es distinta gracias al virtual fit testing. Este enfoque permite simular digitalmente el ensamble de componentes antes de fabricarlos, anticipando problemas de encastre, tolerancia o reacción con piezas adyacentes.
Un ejemplo cotidiano: imaginar si una llave encaja en la cerradura antes de cortar el metal. Eso es lo que ofrece la simulación: la capacidad de validar la precisión sin desperdicio.
¿Por qué es clave?
Menos prototipos físicos → ahorro directo de tiempo y materiales.
Más confiabilidad → se detectan inconsistencias antes de que lleguen a la línea de producción.
Mayor velocidad de innovación → cada iteración se prueba digitalmente en cuestión de horas, no semanas.
El ajuste virtual convierte al diseño en un espacio de prueba sin consecuencias costosas. Y cuando finalmente se fabrica la pieza, la seguridad de que encajará es casi total.
En un mundo donde la eficiencia define la competitividad, probar antes de fabricar no es un lujo: es la nueva norma.